Neruda escribió los versos más tristes de una noche,
Benedetti se volvió estratega planeando una táctica
para enamorarte.
Yo, en cambio, intento convencerte
"Sos orgullosa y no cedes"
Moriré como Benedetti, lloraré leyendo los versos más tristes.
No, no camines por mi mente, ven y preséntate.
No, no camines por mi mente, ven y preséntate.
Mucho más suaves se vuelven tus pisadas si me hablas.
No !! Te quiero aquí, quiero reconocerte, no quiero imágenes
borrosas, te quiero vivo, vital y aquí.
La noche está estrellada y aún no me necesitas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario