enero 13, 2012

Poema campesino

Esta mañana la neblina bajó hasta la casa.
Lo lleno todo con un aire pesado y triste.
Se metió en las camas y levantó las colchas.

Me encontró sentada. Se detuvo ante mi mirada
y huyó entre los cafetales hasta perderse en lo
más alto de las montañas.

Me dejó sola, meciendo mi tristeza en el corredor.

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